lunes, diciembre 26, 2005

historias del cola de mono

Don Manuel Antonio Román, en su Diccionario de Chilenismos y otras voces y locuciones viciosas, atribuye al ponche en leche el nombre de Cola de Mono, por su color café oscuro. Algunos informes señalan que este preparado se envasaba y se vendía en botellas de Anís del Mono, provenientes de España, muy populares en América, y cuya etiqueta mostraba a un mono con su larga cola. Sin embargo, la mayoría de las versiones ligan su nombre y su origen a la figura de Pedro Montt, a quien sus íntimos llamaban "el mono Montt".Según Torres Vergara, en una ocasión en que Montt, siendo Presidente de Chile, disfraba junto a sus amigos de una velada en casa de doña Filomena Cortés y sus cuatro hijas, habría pedido que le entregaran su revólver Colt para retirarse. Como llovía torrencialmente, y nadie quería que el presidente se fuera, argumentaron no encontrar el revólver y lo convencieron de continuar la fiesta. Como se habían acabado los vinos y licores, agregaron aguardiente y azúcar a una jarra de café con leche. La bebida, que tuvo gran éxito, fue bautizada como Colt de Montt (haciendo alusión al asunto del revólver). El nombre de la Colt de Montt, habiéndose popularizado, habría degenerado en "col e mon" , "colemono" y, finalmente, "Cola de mono".Otros lo atribuyen a una anécdota ocurrida durante la campaña presidencial de 1901, cuando Montt fue derrotado por Germán Riesco, cuyos seguidores habrían ido a celebrar su victoria y la "cola de Montt" a una heladería en la calle San Pablo. El dueño del local habría servido su especialidad, consistente en agregar aguardiente a los helados de café con leche ya derretidos. La denominación de la bebida, bautizada en la ocasión como "Cola de Montt", habria degenerado, gracias a la picardía popular, en "Cola de Mono".Don Eugenio Pereira Salas, en "Apuntes para la historia de la cocina chilena", da por inventora del Cola de Mono a doña Juana Flores, que hasta hace pocos años mantuvo su venta en San Diego. Otros aseguran que lo creó su marido, quien se molestaba cuando lo llamaban Cola de Mono y no "Colemono", como él lo habría bautizado.